Por Luciano Blanco Gonzalez.
En Veracruz no es tiempo aun de colocarse al calor del sol naciente, el nuevo sol aun no asoma y el actual astro recarga sus potencialidades para brillar más en el último sextercio de su eventual y transitoria existencia, aunque la hora fatal de su destino hacia el poniente se aproxima irremediablemente.
Tal parece que el Gobernador Duarte, con las nuevas medidas y anuncios políticos, ahora con intensa luz propia, sin la presencia de las sombras que opacaban su trayecto, se dispone a iluminar con mayor esplendor el escenario histórico por el que será recordado, si el ayer fue turbulento y borrascoso el presente y el futuro parecen ser mas bonancibles y menos difíciles.
El pueblo que recibe los efectos buenos y malos de su obra, cuando mira el escenario al momento no llega a comprenderlos, sus conclusiones parecieran el resultado de un sueño confuso en medio de un sopor etílico, Llego a pensar que un poderoso eclipse solar iba a obscurecer este paraíso, que el sol iba a ser devorado por las fuerzas ocultas, que en forma de torbellino lo iban a desplazar, lo iban a hacer caer y lo iban a apagar.
Músicos y pregoneros se quedaron con las golondrinas en las gargantas y en las manos, las manos no se levantaron para decir adiós, los pañuelos blancos se quedaron en los bolsillos sin ser agitados para despedir a quien ya veían partir en el umbral.
Una fuerza misteriosa soplo del altiplano, barrio las mentiras, las intrigas, las ocurrentes invenciones, las maquinaciones negras, las sucias traiciones, los complots inerciales y de pronto se despejo el difícil camino, para dar paso firme a la luz de la verdad, arrinconando y desnudando a la mentira y libre de esos flujos malignos surgió ufano, limpio y orgulloso, para continuar seguro y bien erguido en el forzoso e inevitable trayecto
La corrupción esta enfrente y no en la casa y la chusma no lo cree, la quiebra económica no existe y la famélica burocracia, los desesperados pensionados, becarios y jubilados no lo creen, se pagara la deuda heredada y los deudores, los constructores, los empresarios, los hoteleros, la iniciativa privada no lo cree. Se muestra mas dialogo y los incómodos bloqueadores de calles y carreteras no lo creen. No lo creen por que el eclipse fue muy largo y tedioso, desesperante y molesto. No entienden que los efectos nocturnales persisten, no avizoran que la obscuridad va quedando atrás.
El cese de miles de aviadores en la SEP que seguramente se aplicara en todas las dependendencias del Estado es una buena señal de que se inicia un nuevo periodo de limpieza y transparencia en la administración publica, que colocara esa área en un aparador público para denunciar a aquellos que cobran sin trabajar.
Esta purga habrá de exterminar muchos parásitos que chupan la sangre del erario y enferman a la sociedad.
La detección de los 150 aviadores de los tiempos de Miguel Ángel Yunes, nos muestran que se están aplicando las herramientas para detectar los aviadores que heredamos de Miguel Alemán o del Maestro Fidel Herrera si es que los hubo.
El pago de los Miles de Millones de la deuda heredada.
La exoneración de la Auditoria Superior de la Federación, de la Fiscalía General de la Republica, Congreso, Contraloría y Fiscalía del Estado, por supuesto mal uso y saqueo del tesoro publico por parte de sus colaboradores.
La nueva camada de funcionarios públicos Veracruzanos, diligentes, honestos, conciliadores, preparados y cercanos al pueblo como: Flavino Ríos Alvarado, Genaro Mejia de la Merced, Antonio Gómez Pelegrin, Antonio Nemi Dib, Tomas Ruiz González, Alfredo Ferrari Saavedra, Fernando Vázquez Maldonado, Raúl Ramos Vicarte, vamos hasta Arturo Bermúdez y Luis Ángel Bravo Contreras. Ellos le ayudaran a remontar las adversidades.
La tardía bendición presidencial para reposicionar políticamente a su equipo, colocan al Señor Gobernador en un muy buen panorama futuro que a corto plazo le permitirá rediseñar su política de obras y servicios en beneficio de Los Veracruzanos.
Si bien la imagen es importante para el Gobernador, históricamente esta estará compuesta por la obra social y humana que realice, por su nueva forma y estilo de gobernar y por su contribución al parto del venturoso nuevo sol, cuyo estrépito opaca el ruido de su resonancia orbital.
Los pueblos de Veracruz, a pesar de que aun esta lejano el crepúsculo, ya esta en los roquedales montañosos y en la fresca arena de las playas, todavía en el alba, avistando en la inmensidad, el menor signo de la majestuosa aurora que ya viaja portentosa montada en su carruaje dorado, tirado por 2 potentes caballos que desbocados avanzan hacia su meta final, en su trayecto no se espera ni uno mas, no se esperan trastumbos ni obscuridades, sus gargantas están preparadas para vitorear al vencedor.
Los mas sabios están encantados, saben que la política es un misterio y por lo mismo atractiva y amena, si no fuera por esos misterios seria aburrida y a nadie interesaría, saben que es un enigma difícil de descifrar, por ello son mas sigilosos, todo tiene tiempos y formas, estarán con el tripulante del carruaje sea quien sea, les guste o no les guste, le pese a quien le pese, primero están las instituciones, los hombres son eventuales, transitorios, las instituciones son permanentes.
Los Veracruzanos estamos con el Gobernador en este nuevo estilo de gobernar, solo con unidad lograremos engrandecer nuestro Estado y así lo debemos de entender todos. La política de la sucesión es mas delicada pero confiamos en que el Doctor Duarte tenga la sensibilidad para conducirnos en un ambiente de tranquilidad, con buenos ánimos, sin preferencias, ni exclusiones y ojala tenga la sensibilidad de un buen cirujano para utilizar el bisturí con maestría, con oídos sordos a los rijosos, a los pelioneros de adentro y de afuera, a los transexenistas obsecados, a los veleidosos e inútiles lideres hechizos, a la irrefrenable guerra sucia, a los dimes y diretes estériles de los que ya estamos fastidiados. Si el Doctor Duarte asume su papel de líder sereno, será el guía que nos conduzca a recibir con paz y alegría los sonrosados rayos de la aurora para saludar en el amanecer al nuevo sol.- Por el bien de la causa.
