Por Luciano Blanco González
Nueve largos meses nos restan para presenciar los acontecimientos inéditos que sucederán en ese lapso en el que se desarrollara la más grande disputa en la que se enfrascaran por el poder las dos grandes corrientes políticas que se han consolidado durante este periodo de la transformación.
El Amlismo innegablemente ha realizado grandes cambios en la perspectiva de gobernar, quizás el principal sea el reparto de la riqueza publica hacia las clases más desprotegidas de manera masiva beneficiando a millones de pobladores que agradecidos aplauden y apoyan al gran líder benefactor, quien ha rescatado del abandono y de la miseria extrema a ese conglomerado que carece de todo y cuya riqueza en la democracia es su voto, cuyo número puede cambiar el destino del país.
Pero no tan solo ha apoyado a ese sector, hay que reconocer que también tiene confianza en la juventud cuya preocupación por sus necesidades viene desde aquella su vida de estudiante en los comedores y dormitorios juveniles, impulsado por esa añeja inquietud diseño y aplico un programa de becas para los alumnos de escasos recursos que estudian en las escuelas primarias, secundarias, preparatorias y universidades de la nación. A estas menciones sumemos otros programas como el de Jóvenes construyendo el futuro, las pensiones para nosotros que tenemos más de 65 años y para los discapacitados.
Sin embargo el Amlismo en su afán de conquistar las metas que tiene propuestas en su proyecto político, se a tropezado constantemente con enormes e insalvables escollos que lo someten y lo encarrilan por el viejo camino que México eligió desde hace más de un siglo en que promulgo su modelo de nación en la Constitución de 1917.
El Antiamlismo que vive en el supuesto de ser independiente y liberal, doctrina en la que fue educada la actual generación y las anteriores a esta moldeadas en el ideario de la Revolución Mexicana, celebran toda la obra humanista de López Obrador, pero no están de acuerdo en que se trastoquen con reformas la Constitución, las leyes y las instituciones que han sido creadas a lo largo de la historia a la que pretenden dar continuidad.
Por eso se revelan en contra de lo que se pretende cambiar, por eso salen a las calles a protestar en contra de los contenidos de los nuevos libros de texto gratuito, cuyo tenor por su descripción de la familia va en contra del modelo secular forjado por el costumbrismo secular que de antaño enseño que en la familia son el padre y la madre los únicos troncos para formarla y no las parejas homosexuales.
Tienen muy claro que aquello de que los hijos no son propiedad de los padres, va en contra de la tradicional patria potestad que les otorga el privilegio único y de nadie más de ejercer el dominio total sobre sus hijos menores de edad, asumen, como lo hicieron sus padres la obligación de educarlos en sus valores y principios, los consideran un reflejo de su personalidad cuya proyección en la sociedad debe de ser única por sus modales, por sus expresiones, por su forma de vestir y de comportarse.
Les horroriza la educación sexual plasmada en graficas inductivas, quien sabe que vaya a hacer un maestro cuando sorprenda a sus alumnos en los baños o en cualquier rincón tocándose mutuamente, besándose o haciendo el amor, al fin que la única limitación es la interpretación del “Si tu quieres” y desde luego si la escuela lo enseña, no hay falta ni reproche.
Esta narrativa que espanta a la gente de pensamiento conservador no es un invento que haya nacido en México, esta es una tendencia a nivel mundial que intenta con estos nuevos métodos proteger a la niñez en contra del abuso sexual, su aplicación a sido exitosa en otros países con otra idiosincrasia muy diferente a la nuestra, la misma Organización de las Naciones Unidas recomienda su enseñanza.
Pero ahora que el golpe esta dado, sería bueno que el gobierno tranquilizara las aguas y las buenas conciencias comprometiéndose a una evaluación cada determinado tiempo y si lo ahí plasmado resulta enriquecedor en la formación de los pequeños entes, dejarla como esta, pero si no sustituirla y retornar a los viejos esquemas.
Los Antiamlistas atrincherados ahora en el Frente por México, desde sus poltronas en el Poder Legislativo y en La Suprema Corte de Justicia de la Nación, se oponen a todo lo que atente en contra del sistema de derecho y corrigen las propuestas y mandatos del Presidente.
La historia habrá de ser severa cuando juzgue el proceder de ambos, pero no podrá enjuiciar a López Obrador, sin considerar que en los aspectos fundamentales del cambio, él, ya no manda desde hace tiempo todas sus propuestas han sido anuladas o desechadas de plano por el Congreso o por La Corte. A si mismo sus estrategias en materia de salud y de seguridad son saboteadas por sus mismos colaboradores, dándose el caso que el informa de situaciones o de problemas como resueltos, cuando en realidad no es así, como sucedió con las medicinas que se decía que ya estaban en la totalidad en los hospitales o el caso particular de las medicinas para los niños con cáncer y así podríamos enumerar varios casos conocidos y sabidos por todos.
Ahora se cierne una verdadera amenaza contra la transformación, no en la partidocracia de la oposición si no con la candidata que estos postularan para la elección presidencial. A los Amlistas, es decir a los inconformes no les interesan los pasados errores administrativos, abusos de poder, saqueos de recursos económicos o materiales patrimonio de la nación, inclusive los fraudes y el enriquecimiento ilícito, los favoritismos o la corrupción del pasado, que es la narrativa oficial, a la gente le preocupa más que nada la seguridad pública que a pesar de los informes triunfalistas de sus colaboradores, la violencia continua y es el agua fuerte que sus detractores utilizan para desprestigiarlo, los empresarios se quejan más que nada de las extorsiones y del cobro de piso que es cierto se combate, pero los detalles se magnifican.
Veracruz comparado con el panorama nacional en esta materia avanza, hasta ahora se ha logrado contener aunque no del todo, cuando suceden eventos que preocupan a la población, es que se está actuando y se lesionan grandes intereses de quienes pretenden ser un gobierno alterno, la sociedad civil trabajadora y honesta no es molestada como en otros Estados, el asalto en carretera o en los domicilios, la extorsión, el secuestro y otros delitos de alto impacto han disminuido, pero claro eso no quiere decir que ya no hay problemas.
Cuando afirmamos que la señora Xochitl Gálvez, es un peligro para la Cuarta Transformación, es porque hasta ahora la cancha estaba libre para El Presidente, su palabra era la que valía y ya, la jugadora que le salió a competir es contestaría y para su gente siempre tiene la respuesta imponente, ya no importa lo que digan los demás aunque sean mas sólidos, ya no tienen reflectores que los iluminen, ahora es Xochitl, las voces de sus oponentes suena hueca, politiquera, devaluada por el interés que llevan en sí mismas por quien las pronuncia.
Finalmente, abra que decir el pueblo de México, el mundo electoral y político debe de estar satisfecho con los procesos de selección de quienes lideraran los movimientos en las próximas elecciones constitucionales, el posicionamiento del Frente ya está definido, lo admirable es que a pesar de las inconsistencias no se descarrilo y se respira un ambiente de unidad. En la Coalición, es posible que se reconsidere todo lo hecho, Claudia y Marcelo son muy vulnerables frente a Xochitl, pero con todo respeto a la señora Sheinbaum, habrá que decir que parece más débil, por la notoria ausencia de recursos oratorios que a su rival le sobran. Mario Delgado podría hacer una reconsideración sobre la personalidad de sus aspirantes, finalmente el maneja las encuestadoras, la militancia y las dirigencias de su partido y puede obtener el resultado que el desee. Por el bien de la causa.
