Aseguró que es muy delicado reformar sin hacer un estudio actuarial, pues significaría un déficit mayor para el estado y el IPE.
Por. Irineo Pérez Melo.
El gobernador Miguel Ángel Yunes Linares aseguró que reformar la Ley de Pensiones del Estado sin hacer un estudio actuarial de cómo impactaría a las finanzas del Instituto de Pensiones y de las propias finanzas públicas del gobierno estatal es muy delicado y podría significar un déficit mayor para la institución pensionaria.
Entrevistado, luego de haber inaugurado en la Galería de Arte Contemporáneo la exposición de 16 obras de arte entre pinturas y esculturas que fueron recuperadas de casas y ranchos propiedad de ex funcionarios de la administración estatal anterior, sin mencionarlo, dijo que podría “vetar” dicha reforma.
Advirtió que cuando la reforma llegue a su oficina hará un análisis acucioso del tema, si considera en su conciencia y en su responsabilidad como veracruzano que la ley afecta a los veracruzanos, y puede afectar a las futuras generaciones, entonces pensará muy bien lo que hará.
Precisó que primero se tiene que hacer una consulta a la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) para determinar si esa reforma tiene sustentabilidad financiera, pues el gobierno estatal tiene que subsidiar al IPE con casi 2 mil 500 millones de pesos anuales para que pueda pagar las pensiones de todas las personas que tienen derecho a pensión y jubilación en el instituto”.
Y es que de último minuto, fue incluida en la sesión del Congreso del Estado en el orden del día el dictamen para reformar y adicionar diversas disposiciones de la Ley 287 de Pensiones del Estado, con lo que se busca que el gobierno estatal cubra el déficit que tiene con el IPE.
De aprobarse esta reforma, como se pretende por parte de los diputados, se tendría un incremento de casi 5 mil millones de pesos al año para poder cumplir con el pago de pensiones y jubilaciones, lo que significaría un déficit mayor para el IPE, argumentó.
De manera enfática señaló que el Congreso del Estado es autónomo en sus decisiones, pero que esperará a que esta Representación Popular resuelva y los diputados reflexionen acerca del tema.
“Tengo experiencia de haber participado en una reforma a una Ley de un instituto pensionario: el ISSSTE, y para hacerla nos llevamos muchos meses de estudios actuariales para saber cómo repercutiría esa reforma en las siguientes generaciones de afiliados al Instituto, no es una reforma que pueda hacerse a la ligera”, añadió.
Finalmente, consideró que el problema radica en las modificaciones que se quieren hacer en los tiempos para la jubilación, lo cual afectará negativamente en la parte financiera del instituto en los próximos años.
