Por Luciano Blanco González.
Tal parece que el aumento de las turbulencias en contra de nuestro presidente, surgen de todas partes alentadas por fuerzas de poder internas y externas, dirigidas todas a sitiarlo de tal manera que débil y extenuado, él, ceda a las exigencias de los poderosos grupos locales y del capitalismo mundial, muy interesado en marcarle el rumbo a nuestro país.
Nuestro territorio es un tesoro en todos los sentidos, cuanto darían las potencias mundiales de las dictaduras socialistas, representadas por Rusia, China o Corea del Norte por contar con un pedazo de él, para montar sus bases militares o poder ejercer un espionaje seguro en contra de los Estados Unidos.
En lo comercial aspiran a camuflagear sus manufacturas para exportarlas al mercado más grande del mundo y México como país libre lo acepta y desde luego esto irrita a nuestros vecinos porque todavía a pesar de que es nuestro socio le regateamos varios de sus productos como el maíz transgénico, el glifostato, la inversión en el sector eléctrico e infraestructura, están muy molestos porque en lugar de comprarles los enseres para los hogares desbastados por el Huracán Otis en Acapulco que son alrededor de 200 000 refrigeradores, ventiladores, estufas, licuadoras, colchones entre otros enseres, en lugar de comprárselos a nuestros socios, se fueron a adquirir con los chinos y coreanos.
Nuestra ubicación geográfica representa para los traficantes de personas un país que quisieran fuera un paraíso sin leyes y sin autoridades, por donde pudieran transitar sin ninguna restricción en donde sus autoridades fueran complacientes, sobornables para lograr con ello el traslado de las mercancías humanas rumbo a cualquier punto de los 3152 kilómetros de frontera con los Estados Unidos para no tener inconvenientes y atravesar aunque sea por las escarpadas montañas, sus ríos, sus playas, sus desiertos, a pie, nadando, comprimidos y sin aire, sudando y aguantando la respiración en la caja de un camión, en la cajuela de un automóvil, por un túnel, no importa ni la incomodidad, ni el peligro, al fin aquí cuentan con un ejército de transportistas dispuestos a prestar sus caros servicios, Una cadena de hoteleros dispuestos a correr los riesgos que sea necesario y a pagar a quien sea con tal de ganar rentando sus habitaciones, restauranteros, fonderas luchando por sobrevivir, vendiendo no importa a quien y lo más importante policías municipales, estatales, guardia nacional, fuerzas armadas o como se llamen a sus órdenes.
Que necesidad de andar paliando y de imponerle el negocio al gobierno con violencia, con la fuerza de las armas, con balazos, con amenazas, con extorsiones, con sobornos si lo único que quieren los delincuentes es que los dejen trabajar coludidos con la sociedad que los protege con un silencio cómplice porque se enriquece, cuando menos gana para comer y es parte de la trama con su comercio.
Del tráfico de drogas y de impulsores químicos ni hablar, como quisieran tener varias mafias extranjeras sus sembradíos de amapola y de mariguana aquí, tener los puertos francos a sus envíos de los precursores e insumos, eso de pasar a revisión en las aduanas no les gusta, menos la persecución, que necesidad de comprar armas, cartuchos, contratar y entrenar miles de jóvenes para que les cuiden el negocio o andar inventando blindados, o artillar drones, o andar asesinando inocentes, buscando soplones traidores, o andar disputando las plazas, o asaltando, robando, secuestrando, extorsionando aunque esto es de criminales corrientes.
Más vale estar de acuerdo, así todos ganan, todos salpican hasta el más alto nivel, de la comandancia municipal a la presidencia, de La Secretaria de Seguridad Publica a los gobernadores, de las comandancias a los altos mandos que son los encargados de poner al que les sirva para tal fin, el que da el pase al cargamento, el que recauda, el que no mocha la cuota, al que no fastidia, ni da problemas y además es una tumba que nunca delatara y también los altos mandos se encargan de quitar al que no sirve, al bocón, al indiscreto, al presumido, al que ya se cree mas, de tal manera que todos saborean las mieles de la corrupción, todos comen del mole, unos nada mas lo huelen, otros lamen la cazuela, los hay que se comen las alitas, chupan los huesitos, saborean las patitas, pero hay quienes se comen la pechuga.
Pero hay otros gobiernos que no comparten esa mentalidad de ruina moral, ellos están conscientes del profundo significado de exterminio que conlleva el consumo de esa mercancía que exitosamente circula por todas partes y que se consume abundantemente en todos los niveles que son causa de muerte, por fortuna son la mayoría en la sociedad y bastos los gobiernos, ellos tienen elaborados sistemas muy sólidos para aplicarlos tanto en su territorio come fuera de ellos.
López Obrador es un estorbo para los intereses de Estados Unidos, al igual que Porfirio Díaz que volteo demasiado hacia Europa principalmente a Francia, Inglaterra y Alemania, así López Obrador esta volteando demasiado hacia las potencias asiáticas y lo que es más grave hacia Rusia con la presencia de su ejército en el desfile de la independencia o la condecoración al presidente cubano, a Don Porfirio le armaron la revolución, pero primero le crearon un ambiente de repudio.
Esa es la razón de la guerra implacable de desprestigio en contra de nuestro presidente, para ello se valen de sus agencias publicitarias y de los principales periódicos de aquel país, pretendiendo inmiscuirlo en el tema del narcotráfico, desean aumentar sus agentes armados de la DEA, quisieran que nuestro ejército formara una barrera militar para detener a golpes la excesiva migración, desde luego por las bravuconadas del Congreso, están preparando sus armas para una posible incursión bélica para detener o asesinar a los principales capos de la droga, que para ellos es legal.
Finalmente, habrá que decir que el presidente ante la situación, no se dobla. Ni lo van a doblar, ni los de adentro, ni los de afuera, lo respalda su calidad moral, le atribuyen hechos sucedidos hace 18 años, cuando fue candidato a la presidencia de la republica por primera vez y a pesar del tiempo transcurrido cada golpe lo ha hecho más fuerte, jamás le han comprobado algo inmoral o ilícito en su conducta publica, que no nos guste su discurso, no quiere decir que le debamos de tener malos deseos. Solo le queremos pedir muy respetuosamente que recobre su espíritu democrático, aquel con el que lo conocimos, que aplique la regla de la igualdad, que si gana Claudia, todos la apoyaremos, pero si la adversidad o la mala fortuna hiciera que ganara Xochitl, perderá el triunfo, pero no la gloria y ello será suficiente para que lo colemos en un pedestal destacado de la historia nacional.
