Que no haya sorpresas en las selecciones.

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Por Luciano Blanco González

      La confianza mata al gato, es un dicho popular tan antiguo como cierto, aplicable en la política, tanto al individuo como a las instituciones, ese es un estado de ánimo basado en la confianza que se logra cuando los sistemas de información son confiables, cuando el espionaje funciona a la perfección, cuando quienes manejan esos instrumentos están alertas y libres de toda sospecha sobre su lealtad o duda sobre su profesionalismo

       El mejor ejemplo es la reciente experiencia que sufrió el Estado de Israel, que poseyendo el sistema más sofisticado de defensa, fue sorprendido por los milicianos de Hamas, compuesto por sus eternos enemigos los fanáticos árabes.

       Como es posible que sus sistemas de espionaje no hayan detectado que sus vecinos ahí cerquita a un paso estaban fabricando, recibiendo y almacenando miles de misiles, cuyos materiales debieron de ser movilizados por barco, por carretera o vía aérea,  que miles de hombres se estaban entrenando para atacarlos o que no hayan detectado la presencia de los lideres de ese grupo terrorista ya se habían apostado en el país vecino para dirigir la operación.

       Fallo Pegasus, fallaron los súper radares, pero sobre todo fallo la entrega y el profesionalismo del personal humano que acciona todos los dispositivos, sus cerebros electrónicos no fueron capaces de percibir a tiempo el grave peligro que los acechaba provocándole las tremendas consecuencias que ahora están atravesando, quizás un factor es  la seguridad en su fuerza y que sean cuales sean las acciones que emprenda el adversario ellos tienen la potencia para derrotar cualquier enemigo, ello debido a los aliados que tienen en todo el mundo.

       En México no esta remota la posibilidad de una derrota electoral al partido gobernante, a simple vista y conforme a la narrativa oficial El Movimiento de Regeneración Nacional esta imparable y con su aparato puede aplastar a cualquiera que se le ponga enfrente o aniquilarlo por gusto, sea  El Frente Unido por México, La Suprema Corte de Justicia de la Nación y contra quien quieran, basados en el apoyo popular en el que se sustentan.

       Habría que sustentar el dicho con la sensible apreciación de que el cuadro que jugara en la próxima competencia electoral del 2024, es decir solo vemos en el escenario a 2 bandos, el de Claudia Sheinbaum y el de Xochitl Gálvez, pero aun falta la tercera vía representada por el Movimiento Ciudadano que a todas vistas se prepara conscientemente para participar.

       Este Movimiento seguramente está aprovechando el desconcierto que existe entre el electorado y está midiendo el terreno para salir a la batalla con el candidato más adecuado al momento, seguro que será un candidato fresco, sin desgaste, a la medida de las circunstancias, adecuado a lo que el imaginario popular está exigiendo, capaz de romper las filas ya hechas con que cuenta cada corriente política nacional.

        En esta elección mucho influirán los factores regionalistas con los que los habitantes de cada región se identifican, por ejemplo en el norte los mensajes  políticos subliminales que circulan en redes,  son alusivos al carácter de aquella gente, los del norte somos chingones, te gustaría para presidente un hombre o una mujer de nuestra tierra, del puritito norte ¡ si señor¡ se lee y se escucha profusamente en las redes sociales al son de las polkas, los corridos, la banda duranguense, la parrilla, la carne asada, los botines y la cerveza.

       En esa tesitura del norte están Luis Donaldo Colosio, el joven alcalde de Monterrey y Samuel García el Gobernador de Nuevo León, quien por cierto ahora se le ve casi hasta en la sopa, promoviendo su segundo informe de gobierno, sus obras y desde luego su imagen como con 10 años menos de edad imitando al Love Power de la Ciudad de México, Omar García Harfuch quien dicen cautiva la atracción de las mujeres de todas las edades.

      Movimiento Ciudadano puede crecer, si aprovecha los errores de la partidocracia, siempre empeñada en repartir candidaturas para sus amigos y compadres a  veces escogen y postulan a  los peores expositores, pero que son con quien tienen sus compromisos políticos o partidistas desechando a los mejores exponentes, quienes resentidos por el engaño y ansiosos de demostrar los errores en la selección buscan apadrinarse y en algunas ocasiones son garantía de triunfo.

       De hecho esta posibilidad ya se está viendo con Marcelo Ebrard, quien busca cobijarse con las siglas del  M.C. Lo mismo sucede en El Estado de Morelos, en donde se dice que la Senadora Meza que fue excluida del proceso de selección de Morena busca cobijarse en el partido naranja.

       Finalmente habrá que esperar para ver el desarrollo de las fuerzas políticas en sus procesos de suma y resta, de acomodarse, de sacudirse, de subirse y de bajarse, como actitud natural de los actores y de los electores, movidos por el ánimo de la venganza, del odio, del amor, de la disciplina que también en las masas se acostumbra y mucho tendrá que ver la identificación territorial, el género, la actividad y posición económica, la religión y sobre ellas la conveniencia,  pero mucho cuidado deberán tener los estrategas de cada corriente, porque siempre hay fuerzas invisibles que secretamente y a veces sin ponerse de acuerdo conspiran secretamente para formar sus propias turbonadas que sacuden las estructuras hasta derrumbarlas, así con sorpresa hemos visto en el pasado resultados asombrosamente inesperados. Así es que si Morena no quiere tropezarse tendrá que escoger a los mejores, que le garanticen a sus poblados y a la nación la urgente unidad que es lo que todos queremos.  

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