Seguridad e inseguridad.

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Por Luciano Blanco Gonzalez.

Si partimos de la premisa de que la seguridad es una garantía social cuya prestación corresponde al Estado, a la manera de Perogrullo podemos afirmar que la inseguridad es una situación de violencia e inestabilidad que el Estado no a podido combatir y que se ha visto rebasado por la incapacidad de quienes tienen la obligación de amortiguarla o extinguirla de alguna manera.

Cuando citamos al Estado como garante de la seguridad, nos referimos a los 3 niveles de Gobierno y aquí inmiscuimos, porque así es, a la Federación al Estado y a los Municipios y lógicamente a sus respectivos titulares, responsables de la seguridad y consecuentemente de la inseguridad de todos los Veracruzanos  y en este momento agobiante y critico de Veracruz, habría que decirlo para ubicarnos y no andar buscando culpables segundones que hacen lo que pueden, pero que finalmente son nombrados o removidos por las cabezas de estos cuerpos de gobierno.

En esa tesitura, se encuentra en primer lugar el Señor Presidente de la Republica Enrique Peña Nieto, quien coordina la seguridad nacional a través de la Secretaria de Gobernación que preside el Señor Licenciado Miguel Ángel Osorio Chong, quien para el efecto coordina toda la Policía Federal y fuerzas de seguridad nacional como el Ejército y la Marina.

En segundo lugar, el Señor Gobernador del Estado Miguel Ángel Yunes Linares, quien nombra y remueve al Secretario de Seguridad Publica.

Ni al Presidente, ni al Gobernador, se le puede atribuir el manejo de las policías judiciales por que estas dependen de los respectivos Procuradores o Fiscales Generales, que teóricamente son autónomos.

En tercer lugar, los Alcaldes que proponen a los Ayuntamientos el nombramiento o remoción de comandantes o inspectores que se encargan de la seguridad con el mando de la policía local.

Habría que anotar que aunque los ámbitos de competencia son distintos, tendríamos que concluir que en el territorio veracruzano estas 3 potencias que actúan supuestamente de manera coordinadas, han sido incapaces de contener o abatir en algunas regiones,  las acciones criminales de bandas e individuos que ofenden y lastiman a la sociedad en su conjunto y lo que es mas lamentable, seria el hecho de que las consecuencias de su estrategia errónea en este combate, es que la criminalidad va en crescendo.

Afectando a  una sociedad inerme, desarmada, impreparada para defenderse y a la que las autoridades en que están incluidos los mismísimos diputados y senadores, le impide armarse para la defensa personal de sus familias o de su patrimonio exponiéndolos a la mala suerte de ser victimas fortuitas de horrorosos, canallescos y desalmados crímenes, asaltos, robos, levantones, secuestros, extorsiones y un extenso catalogo de incontables e incontenibles delitos que nos mantienen alertas y temerosos de ser las próximas víctimas.

Por que los Diputados y Senadores no dictan leyes penales adecuadas a la realidad nacional, que reconozcan en primer lugar que estamos en una situación de emergencia que esta corroyendo las bases de todas las instituciones, destruyendo a la familia, viudas y huérfanos por doquier, escuelas cerradas por temor de los maestros a ser levantados o extorsionados, niños que por seguridad no van a la escuela temerosos sus padres de que algo les pueda pasar, Feligreses que lloran a sus curas, médicos y enfermeras secuestrados y constantemente acechados, funcionarios municipales con las manos amarradas temerosos de dar una orden que les puede costar la vida. Y no tan solo eso, hay que ser valiente para andar en las carreteras nacionales y en el Estado, principalmente  en el sur y el centro de Veracruz, máxime si se es transportista de mercancías o de pasajeros, o para transitar por las calles de Xalapa, Veracruz, Coatzacoalcos, Córdoba  o Poza Rica o ser comerciante o industrial en estas ciudades, donde la violencia afecta  gravemente todos los sectores de la economía, así vive Sinaloa, Guerrero, Tabasco, Chihuahua, Tamaulipas y en bastas regiones, asediados por la delincuencia que ahuyenta al turismo y a la inversión nacional y extranjera.

Las Cámaras, dictan leyes penales ajenas a la problemática real de la nación, que lejos de resolver los problemas los agudizan, no estamos en Suiza, Francia o Bélgica, estamos en el México bárbaro, aguerrido y belicoso, contaminado por la deslumbrante riqueza que genera la siembra, trasiego, transporte y comercialización de los opiáceos, hambriento, sin fuentes de empleo y los empleos existentes mal remunerados, invadido por una ola de migrantes que en sus ansias por subsistir, engrosan las filas de la delincuencia, asechados por un vecino hipócrita y voraz que nutre la violencia enviando a nuestro territorio miles de armas y parque para que nos matemos entre nosotros, con toda la riqueza nacional en manos de extranjeros y saqueado por una administración publica con relevantes signos de corrupción, empobreciéndonos aun mas.

Si fuere cierto que la mayoría de homicidios son el resultado del pleito entre bandas rivales que se disputan el control de plazas, ajuste de cuentas entre pandillas, ejecución de soplones, desertores, delatores  o traidores del crimen, o la supuesta acción de justicieros voluntarios emanados de los carteles que supuestamente desean limpiar las plazas de bandas violentas, habría que pensar que estos son seres invisibles, con armas invisibles y con poderes sobrenaturales o mágicos que impiden ser visualizados por la autoridad.

No, esto no es posible, admisible ni aceptable, algo esta fallando y podría ser el sistema de leyes que nos rige y que criminaliza burdamente el actuar policiaco cuando esta en el cumplimiento del deber, exponiendo su vida y en situación de emergencia, obligándolo a respetar los derechos humanos del delincuente, cuidando de no caer en excesos, si lo hace el policía solo puede alegar legitima defensa ante los tribunales y mientras acuartelado o detenido enfrentar un proceso penal tortuoso por haber cumplido con su deber, situación que la ley no contempla, ni excusa y la institución a la que pertenece será acosada con recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que contribuyendo con la delincuencia desprestigia y paraliza a los cuerpos de seguridad.

Y para que exponer el pellejo si cuando logran detener a los delincuentes los jueces con estricto apego a la ley, o aplicando criterios inmorales sobre los resquicios de esta, ordenan la inmediata libertad por supuestas detenciones ilegales y en el supuesto de que se ordene su vinculación a proceso y su internamiento a penales de alta, mediana o de ninguna seguridad, estos negocian su fuga por túnel o por la puerta grande.

Así hemos visto entrar y salir de los reclusorios, peligrosos delincuentes cuya aprehensión se ha festinado nacionalmente para enterarnos triste y desconsoladamente que ya están nuevamente en la calle para continuar atentando contra el desafortunado que se les atraviese.

Así como va a actuar la policía, si carece de garantías y de estímulos que los fortalezcan mentalmente sobre el importante papel que están desempeñando, quien se va a jugar la vida, el empleo, la seguridad, por algo que nadie les va a agradecer y además corriendo el riesgo de ser perseguidos por la ley y castigados por los tribunales, hacerlo así, seria de retrazados mentales, de policías con mentalidad de mártires,  ante esta situación los cuerpos de seguridad están en desventaja absoluta y sin embargo con esos riesgos y limitaciones, armados únicamente de valor y de conciencia de cumplimiento del deber se la juegan en actos verdaderamente temerarios.

Pero preguntémonos cuales son las recompensas para quienes abnegadamente cumplen con su deber, a saber, si mueren en la acción, un solemne funeral con coronas y listones negros, toque de duelo, batir de tambores, discurso de honor, aplauso de reconocimiento, promesas de apoyo a las viudas, becas para los hijos y casa propia para que no batallen, además de pensión vitalicia para la viuda y sus hijos, después olvido, vueltas. Reclamos e indiferencia, estoy hablando de la época Duarte en que al final de periodo varias viudas de policías reclamaban que se les hicieran efectivas las prestaciones prometidas, esperamos que en la presente administración se les este cumpliendo mínimamente.

La delincuencia domina el ambiente policiaco, un policía, marino o militar, casi guarda en secreto su identidad y su ocupación y tienen que circular y vestir de civiles y sin uniforme fuera del cuartel o de servicio, de lo contrario son fácil tiro al blanco y su familia es hostigada con amenazas.

Hay que reconocer que los cuerpos de seguridad en este ambiente hostil hacen lo que pueden y visiblemente están tocando fuertes intereses de los grupos que transgreden la ley, por eso el asesinato de los altos mandos de la Policía Federal y las fuertes amenazas en cartulinas arrojadas sobre cuerpos ensangrentados para intimidar al Secretario de Seguridad Jaime Tellez Marie y con ello a todas las corporaciones.

Por ello llama la atención que en estos momentos de inseguridad y agobio, se viertan declaraciones llenas de optimismo y de anunciación de confianza en tiempos mejores  del Gobernador Miguel Ángel Yunes y secundado por separado por el  General Gilberto Hernández Abreu, Subsecretario de la Defensa Nacional, al concluir la ceremonia conmemorativa del CL aniversario de la invasión Francesa en el Puerto de Veracruz.

A que se refirió el Gobernador, cuando al inquirirle sobre la seguridad manifestó con interés y convicción, que había que resaltar  lo que viene para Veracruz, vienen cosas mucho mejores de las que hemos vivido”  en tanto que el Subsecretario de la Defensa Nacional  contestaba que “En Veracruz, todo va a ir bien en lo que respecta en seguridad”, ¿ambos se pusieron de acuerdo para coincidir en sus declaraciones? ¿Qué pactaron durante el acto? ¿Viene pronto un cambio de mandos o de estrategias? ¿Con que van a sostener o a alimentar su dicho? ¿A que futuro mejor se referían?.

No sabemos del alcance y del fondo de sus peroraciones, pero al igual que ellos, los veracruzanos seguimos teniendo esperanzas de que la situación en esta materia, mejore para que los habitantes del Estado podamos vivir y trabajar en paz, en este propósito debemos de inmiscuirnos todos para regresarle a Veracruz la dignidad de un gran Estado.- Por el bien de la causa.

 

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