Traición al PRI.

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Por Luciano Blanco González.

 Nunca en los tiempos presentes habían sonado tan fuertes las voces de los contrarrevolucionarios, reaccionarios y conservadores Mexicanos,  como ahora que sus mas lucidos y preclaros representantes de la glamourosa burguesía Nacional han colocado en la plaza del Bicentenario de Orizaba, Veracruz  la estatua del “Patriota”  Porfirio Diaz para rendirle pleitesía y reconocimiento a un modelo político de absolutismo, atropellos, crímenes, despojos y persecuciones que empobrecieron e indignaron al pueblo que se encargo de arrancarle violentamente el cetro sanguinolento con que construyo su omnímodo poder. Los mas sagrados principios ideológicos de la Revolución Mexicana han sido ofendidos con la complacencia y complicidad de políticos simuladores que levantan sus causas de justicia, libertad, igualdad y democracia con la bandera de la revolución Mexicana y al no protestar y todavía aplaudir y celebrar o simplemente hacerse los desentendidos los coloca en el campo de la falsedad y de la demagogia.

 Desde aquella ciudad retumbaron los redobles marciales convocando a un estilo de Gobierno benéfico y lustroso que tantos motivos de orgullo  nos heredo y por ello sus seguidores, los que veneran su memoria, los que idolatran los tiempos de la paz, orden y progreso a cualquier precio, los que invocan la mano dura para gobernar, los que anhelan persecución, cárcel, cementerio o destierro para la disidencia, elevan la venerable memoria del “Mejor Presidente”  con banda de guerra, honores a la bandera y la fogosa exaltación del alcalde priista Jose Manuel Diez francos. De este acto no es totalmente culpable Don José Manuel, son responsables quienes sin cerciorarse de su verdadera ideología, le abrieron las puertas del partido y lo hicieron Diputado Federal y nuevamente Alcalde.

 El general Porfirio Diaz, Militarizo la política, gobernó con un poderoso ejercito conformado por militares sin ninguna ética o principio moral, eran los tiempos de la brutalidad, del encono, de la represión, los derechos humanos  eran algo lejano e inalcanzable, pero su antecesores Lerdo de Tejada y Don Benito Juarez, también pacificaron al país y no hubo necesidad de tanta indignidad y maligna represión contra los hombres de libre pensamiento como el ejercido contra los hermanos Flores Magon y una Pléyade de hombres ilustres que dieron sus vidas luchando por la libertad de pensar, de transitar, de manifestarse, de imprimir, de criticar de ser y de vivir.

 unidad-5-mxico-durante-el-gobierno-de-porfirio-diaz-1876-1911-3-638Porfirio Diaz gobernó con la fuerza de las armas, las leyes eran sus caprichos, los derechos fundamentales eran patrimonio de sus aliados los hacendados, el capital extranjero, los militares leales y esa clase politica de esquiroles que negocia indolentemente con los derechos personales y patrimoniales de un pueblo ignorante, indefenso y oprimido.

 El ejercito se encargaba de las elecciones a conveniencia y por ordenes del dictador que decidía quien iba a gobernar un Estado, quienes iban a integrar las cámaras, quienes iban a ser los jefes políticos, la disidencia era ferozmente reprimida, sus lacayos encontraban en el castigar a los irredentos el mejor camino para congraciarse y ascender a un puesto superior en la escala negra del horror gubernamental Porfirista.

 Los movimientos obreros de Cananea y Río Blanco fueron algunos de los victimados que dan testimonio de la crueldad de Diaz, pero como ellos miles de trabajadores fueron asesinados por el gran pecado de pedir un salario justo, una jornada menor, mejores condiciones de trabajo, un mejor salario, ante la miserable paga, condiciones insalubres, agotadoras jornadas, las tiendas de raya y el mal trato de capataces soberbios e inhumanos mayordomos en las minas, en los telares, en las vías ferroviarias, en las construcciones y en el campo, si logro la paz, el orden y el progreso a base de sangre y lagrimas, por eso ante su portentoso y odiado ejercito el pueblo para redimirse y liberarse organizo sus propios ejércitos con sus brillantes y luminosos generales como Villa, Zapata, Carranza, Obregón y sus lideres ideológicos como Ricardo y Jesús Flores Magon, Francisco I. Madero, Los Hermanos Cerdan, Pino Suárez, Montaño, Soto y Gama y miles de mártires que blandieron las armas y ofrendaron sus vidas en la Revolución Mexicana.

 Se impuso la paz con miles de ahorcados que colgaban en los árboles de los caminos como escarmiento a quienes quisieran imitarlos, mochos y desorejados por doquier, hasta que fue posible dormir con las puertas abiertas y amarrar los perros con longaniza, mientras millones de pobres, jornaleros muertos de hambre,  viudas y huérfanos mendingaban mendrugos y desperdicios para subsistir, terminando enfermos y muriendo como animales en los reductos cantonales que no podían atravesar a otro territorio sin el permiso de los hacendados al que todos enriquecían con el tributo de su trabajo, so pena de ser azotados.

 Para tener una idea del abuso Porfirista baste recordar que con el objeto de favorecer a sus amigos y compadres el dictador aplico en el medio rural una política de despojo y de exterminio de toda forma de explotación colectiva de la tierra, prohibiendo que  las corporaciones (ejido y comunidades) pudieran adquirir tierras,  desconociendo los títulos de los ejidos y de las comunidades indígenas que habían obtenido desde la corona Española pero para sus esbirros estos títulos no eran legítimos, condenando a los auténticos dueños de la tierra desde tiempos inmemoriales a formar parte de las peonadas de los voraces hacendados, para justificarse otorgo títulos gratuitos e individuales a los comuneros que luego eran victimas de los insaciables terratenientes que con amenazas o con asesinatos se fueron apoderando paulatinamente de las tierras de los pobres campesinos incapaces de defenderse.

 Sus compañías deslindadoras apoyadas por los militares y por las policías rurales,  llegaban en nombre del progreso y de la modernidad, arbitrariamente a medir cualquier predio y nadie podía oponerse Aun cuando Díaz afirmaba que únicamente estaba enajenando tierras públicas para dejarlas en manos privadas con el objeto de liberarlas y tratar de que fuesen productivas, su programa iba mas allá de lo que decía. De hecho, contrató compañías deslindadoras para que encontraran «tierras públicas», es decir, tierras que no estuvieran debidamente registradas ante el gobierno; cuando las «hallaban», estas compañías recibían una parte de las mismas. El resultado de esto fue que decenas de miles de campesinos perdieron las tierras que habían sido suyas desde épocas remotas, sin que les importara la existencia de algún requisito para registrar sus títulos y por otro lado los hacendados y jefes políticos rapaces se apoderaron de las tierras de los mas humildes e impotentes indígenas acosados por las gavillas de los guardias rurales y los torbos asesinos de los sicarios que conformaban las guardias blancas.

Según un estudio que publica la Secretaria de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano  (SEDATU), bajo la denominación “ Deslinde y acaparamiento el reino de la hacienda” para 1890, 50 compañías habían deslindado entre 1868 y 1906, 59 millones de hectáreas de las cuales fueron entregadas a estas compañías en pago 20 millones de hectáreas y el resto fue  vendido a precios irrisorios  a los hacendados y a compañías mineras y ferroviarias. “La estructura agraria a fines del Porfiriato indicaba una enorme desigualdad: 0.2% de los propietarios controlaban el 87% de las áreas ocupadas por fincas rústicas el promedio de superficie de cada hacendado era de casi 13500 ha., que bajaba a 199ha. En los rancheros, a 41ha en los comuneros y a 13 ha. en los pequeños propietarios. Entre las haciendas había una gran desigualdad, pues al menos 300 tenían haciendas de 10 000 ha. Cada una; 116 haciendas poseían 25 000 ha 51 tenían 30 000 ha. y había 11 con más de 100 000 ha. Algunas eran tan grandes que se requerían varios días para atravesarla a caballo, como los Cedros, en Zacatecas (754 912ha), y san Blas, en Coahuila (395 767 ha). , agregando que según el historiador Francisco Bulnes, 12 terratenientes adquirieron más del 10% del territorio nacional.

Jose L. Cossio va mas allá y afirma que la superficie obtenida y enajenada bajo el amparo de las Leyes de Colonización y las compañías deslindadoras fue de 69.6 millones de hectáreas, equivalente al 50.8 del territorio nacional.

De estas enajenaciones según James W. Wilkie corresponden al Estado de Veracruz, 449 902 hectáreas que la mayoría de las veces fueron despojadas a los indígenas  por los hacendados que denunciaban grandes extensiones de tierras baldías que pertenecían a los pueblos y comunidades   pero que por tradición, costumbre o ignorancia carecían de títulos o escrituras, por lo que a pesar de la oposición se media la tierra y era vendida a precios infimosa los amigos, aliados, compadres, y a toda una caterva que para no ofender llamare simplemente bandidos.

Me pregunto si en los tiempos modernos de pluralidad política, ideológica y religiosa en que impera una extrema defensa de la libertad individual que atribuye a cada uno el inalterable derecho de pensar y de hacer sin mas restricción que el derecho de terceros, seria honroso para los norteamericanos o para los católicos del mundo plantarles una estatua de Carlos Marx en el Capitolio o en el Vaticano o una Estatua de Adolfo Hitler en Berlin o en Tel Aviv o una estatua del ultimo emperador en la Plaza Roja de China, luciría esplendido Benito Moussolini en una plaza de la bella Italia, No, sus pueblos pagaron un tributo muy elevado por su libertad y son celosos guardianes de la gloria y de la razón de sus héroes y libertadores del fascismo y del comunismo, Porfirio Diaz representa la dictadura, la opresión el autoritarismo y su presencia en una plaza publica nacional no significa una reconciliación entre vencedores y vencidos si no una abierta provocación, que mancilla la conciencia nacional, pero sobre todo por venir de quien viene el acto constituye en si mismo una flagrante traición al PRI y a los Priistas  que debe de ser sancionada con estricto apego a lo establecido en sus documentos básicos-no se puede, no es congruente que un funcionario publico que tiene obligaciones partidarias enaltezca y rinda honores a un personaje que practico y sostuvo ideales totalmente contrarios al partido que se fundamenta política e ideológicamente en la Revolución Mexicana como el movimiento social que lo combatió para establecer un estado de derecho totalmente diferente. Un verdadero priista no puede homenajear a un holigarca, por muy patriota que haya sido

Veamos, la Declaración de Principios del  Partido Revolucionario Institucional en el segundo párrafo del preámbulo de su Declaración de Principios establece “Nuestro origen surge de los grandes valores sociales de la Revolución Mexicana” y ya en su Articulo 1, atento a su doctrina a sus fines y a sus orígenes y doctrina establece.- Somos un partido nacionalista que, orgullosos de los principios de la Revolución Mexicana, promueve la modernización de México con democracia y justicia social.

Su Programa de Acción ciñe la esencia y la existencia del partido a sus profundas raíces históricas a las que proclama vigentes en los siguientes términos: Articulo4.-El Partido Revolucionario Institucional tiene clara la profundidad histórica, la vigencia y la actualidad de sus principios, los cuales surgidos del liberalismo reformista del siglo XIX. Y enriquecidos por el compromiso social de la Revolución Mexicana de principios del siglo XX….

El Pri  en sus estatutos impone una serie de derechos y de obligaciones así como estímulos y sanciones a sus afiliados y militantes, principalmente a sus  cuadros dirigentes y a los funcionarios públicos a quienes considera como tales, e impone entre otras de sus obligaciones Articulo 60 Fracción Tercera.- Regir sus actos de gobierno de acuerdo con el programa de acción y las plataformas electorales sostenidas en campaña. VII.- Mantener una conducta de honorabilidad y vocación de servidores públicos y contribuir a dignificar la imagen del partido.

Entre las sanciones a los militantes establece la amonestación privada y la amonestación pública de las que conoce e imponen las Comisiones de Justicia partidaria local, siendo facultad exclusiva de la Comisión Nacional de Justicia Partidaria. La suspensión temporal de derechos del militante. Inhabilitación temporal para desempeñar cargos partidistas y la Expulsión.

Aun cuando estuviéramos en el caso de una suspensión temporal de derechos por las significativas desviaciones estatutarias, estamos mas bien en el caso de la expulsión tipificada en el Articulo 227 de los Estatutos Fracciones l, ll y lll, que señala esa sanción por. Atentar de manera grave, contra la unidad ideológica, programática y organizativa del partido (Declaración de Principios, Programa de Acción y Estatutos). Sostener y propagar principios contrarios a los contenidos en documentos básicos. Realizar acciones políticas a los documentos básicos o a los lineamientos concretos de los órganos competentes del partido.

El señor Diez es libre de pensar y de actuar como el desee, rendirle culto a la personalidad de quien se le antoje en lo privado, en lo particular, pero como funcionario publico y como militante político de un partido, no puede trasgredir los sagrados principios contenidos en los documentos básicos e infringirlos tan soezmente sin recibir una sanción. Los órganos de justicia partidaria tienen la obligación y la responsabilidad de encausar esta violación fáctica, sin el pretexto de la posibilidad de divisiones. La unidad no debe de ser motivo para no actuar, la impunidad al interior del PRI no se debe de dar, de lo contrario seremos un partido de farsantes que permite que cualquier infiltrado nos falte el respeto desde el seno de nuestro partido. Si José Manuel fuera de otro partido podría hacerlo y nosotros tendriamos que aguantarnos, pero no se puede permitir al enemigo dentro de la casa.- Por el bien de la causa.

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