El defensor de los bosques y preso de conciencia, Ildefonso Zamora, cumplió seis meses encarcelado injustamente. Está acusado de haber cometido un robo, el cargo carece de fundamento y parece ser de motivación política, como represalia por su activismo pacífico contra la tala ilegal de árboles en el Gran Bosque de Agua, el cual abastece de tres cuartas partes a la Ciudad de México.
El 20 de noviembre de 2015 Ildefonso Zamora fue detenido por policías ministeriales del Estado de México, en un acto que para las organizaciones de derechos humanos y de medio ambiente representó la materialización de las represalias de los grupos de taladores que en 2007 asesinaron a su hijo mayor, Aldo Zamora. Es urgente que las autoridades redirijan sus esfuerzos a encontrar a los responsables de los ataques y de la persecución política desatada contra él y su familia.
Hoy la defensa de los bosques no solo le ha costado a Ildefonso Zamora la vida de uno de sus seres queridos sino también su libertad, una doble injusticia por la que el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, Greenpeace México y Amnistía Internacional crearon la campaña #IldefonsoLibre, mediante la cual se han reunido cerca de 30 mil firmas para exigir al presidente de México, Enrique Peña Nieto, y al Gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, la liberación inmediata del defensor indígena ambientalista, sin que hasta el momento haya una respuesta de las autoridades.
Se espera que en los próximos días el Juzgado Quinto de Distrito en Materias de Amparo y Juicios Federales en el Estado de México, resuelva el juicio de amparo promovido por la defensa de Ildelfonso Zamora.
