Cura milagrosa para el Covid-19.

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Por Luciano Blanco Gonzalez.

Pasmoso que ante la grave crisis sanitaria y económica que enfrenta el mundo, México permanezca tranquilo y aparentemente inmune a la avalancha de miedo y a las grandes consecuencias que se avizoran a corto plazo.

La posición del Presidente y de sus inexpertos Secretarios de Hacienda y de Salud tenemos que aceptar que en este momento es la correcta, cuando nos informan que el país esta blindado para resistir las amenazas económicas y que el sistema de salud está preparado para el caso de una emergencia mayor por la invasión del Covid-19.

 Si nos imagináramos otro escenario como el que vive Italia, España, Alemania o Estados Unidos estaríamos apanicados, al conocer la difícil realidad que campea en Europa y que inevitablemente lo tendremos pronto entre nosotros, en vivo y a todo color de manera generalizada extendiendo su estela de muerte por toda la nación.

Hay que jalarse los pelos y aguantar las tremendas aberraciones que tratando de ocultar la gravedad del problema, enmascaran un evento que pone en riesgo nuestra salud y nuestras vidas con las que parece estar jugando el vocero Gatell, cuando se ve tan fresco aconsejar las inútiles medidas preventivas, lo que nos obliga a preguntarnos si;¿Este hombre será el primero en el mundo en poseer el secreto de la cura de tan grave mal?, ¿ya tendrá la medicina indicada para salvarnos?, ¿habrá inventado el retrovirus efectivo para  exterminar el coronavirus?, de ser cierto no tenemos de que preocuparnos este científico Mexicano merece el premio nobel de medicina.

Pero claro esta es una utopía y es obvio que el  sub-secretario nos está mintiendo, confiado en la divina providencia de que en tanto hace crisis la pandemia suceda un milagro que apague los efectos del maligno y expansivo virus o que la estación cálida de la próxima primavera lo apacigüe haciendo eco a Donald Trump, quien no muy convencido de su dicho ahora si cierra sus aeropuertos.

O de plano querrán meternos en nuestras casas para que no haya manifestaciones ni protestas de descontento en las calles e imponer el encierro forzoso para ver agonizar a nuestros familiares intentando salvarlos con los remedios caseros en los que los mexicanos somos prolijos, o nosotros mismos conectados al tanque de oxigeno entubados recibiendo medicamentos ametralladora para ver si uno de tantos le atina y nos curamos.

El vocero de salud del gobierno federal, Doctor HugoLopezGatell, cuando hace uso de la palabra sobre el tema, parece darle la bienvenida a la pandemia y parece no conocer sus desbastadores efectos,  por el contrario olímpicamente afirma que cerrar fronteras y restringir entradas y salidas no tiene ningún fundamento científico, dándole una lección al mundo de suma ignorancia, sobre todo a países tan avanzados como Italia o el aislamiento decretado en las ciudades Chinas, Japonesas o en la mayoría de ciudades europeas en donde se ha focalizado el virus con el objeto de contener su avance para evitar que se generalice el contagio.

Con estas actitudes el señor está generando una confianza suicida, que más parece querer llevarnos al matadero, pues desde el pódium pretende evitar que veamos al devorador lobo que amenazante recorre el planeta e  irremediablemente atacara, pero él pretende que lo esperemos con los brazos cruzados decididos y resignados a la inmolación.

Pretende hacernos creer que el sector salud está preparado para atendernos y curarnos de manera eficiente y conforme a lo que hemos visto en los últimos tiempos por las múltiples deficiencias que arrastra en sus instalaciones y servicios estamos condenados a morir abandonados en los pasillos, sin siquiera ser recibidos por la falta de capacidad para atendernos.

Si no se toman medidas drásticas y llega a suceder lo inevitable estamos condenados a una reclusión forzada en nuestros hogares, viviremos una parálisis social y comercial, las vialidades serán exclusivas para todos aquellos que acrediten estados de emergencia, para acopio de víveres y para todo tipo de urgencias justificadas, sin destacar el pase de cortesía para los compañeros y amigos del sistema.

Que Don Hugo,  no confié mucho en la providencia y en la bendición de dios, basta oír el llamado del papa Francisco exhortando a sus curas y párrocos para que concurran a visitar a sus enfermos y  darles el consuelo del acompañamiento divino, hay pavor en el cielo y en la tierra, curas y curanderos, médicos y científicos buscan la sanación por todas partes sin encontrarla, mientras los muertos aumentan y Gatell por su frialdad parece tener un arma secreta.

Pero si el trastorno en la sociedad es mayúsculo por la vasta información que recibe por los diferentes medios, de lo que está sucediendo en el mundo, a Hugo LopezGatell Ramírez  Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud,  no parece interesarle, nada de obstaculizarlo, nada de suspender vuelos, nada de colocar engorrosos detectores en los aeropuertos o en las fronteras, vengan, vengan a inundarnos de virus, contagien a toda la población, enférmenla, pero traigan dólares que tanto los necesitamos, tráiganlos al costo que sea, vengan a gastar. Y todavía con todo el cinismo nos dice que todos los casos de coronavírus son importados y que ninguno es producto de contagio local, ¡que orgullo!.

Peor está el Ministro de Hacienda, Arturo Herrera, quien endereza sus sabios conceptos hacia empresarios, banqueros, ciudadanos y pueblo que él cree  ignorante, desinformado, que él considera que están en otro país, se burla de ellos cuando se llena la boca de elogios y conceptos financieros que expresan una economía fuerte, solida, que se encuentra blindada para resistir cualquier problema económico y no se atreve a desnudar la realidad con la muy política idea de engañar, esperando que se den cuenta cuando despierten de su somnolencia totalmente hundidos y entonces encontrara también a quien echarle la culpa de la caída.

Ello sería válido si el Secretario patrióticamente estuviera prendiendo la economía de México con sus brillantes alfileres verbales para evitar que se volatice aún más, pero “el peso fortachón” se debilita, se tambalea, se deprecia, a pero eso se debe al choro de que el peso estaba sobrevaluado y ahora esta agarrando su valor normal. Uf.

La falta de confianza en el sistema financiero por parte de empresarios y banqueros  ha producido una caída escandalosa de la bolsa de valores mexicana, las acciones se están cayendo, las empresas están quebrando, el petróleo no repunta, el golpe global de los mercados internacionales nos está pegando en el mero corazón de nuestras reservas.

La escasez de turismo extra nacional, que momento a momento hace cancelaciones en vuelos, en hoteles, en eventos deportivos y artísticos, en convenciones y en encuentros provocara un desempleo atroz, máxime que por la incertidumbre no hemos podido convencer a la iniciativa privada, ni a  los empresarios internacionales a que inviertan en nuestro país.

Esta preocupante situación nos llevara a disponer de las reservas acumuladas durante años, ya no tenemos activos que vender, el avión nadie lo quiere comprar o bien tendremos que recortar los gastos, adelgazando mas al Estado en su burocracia civil y militar, o excluir parte de las obras prioritarias como el tren maya, la refinería de dos bocas, el aeropuerto de santa lucia o bien en el extremo recurrir al endeudamiento con la banca extranjera que por cierto en este momento tiene abiertas sus fauces para engullir a las economías débiles como la nuestra con préstamos leoninos.

Pero no hay necesidad de recurrir a la deuda externa, dinero hay suficiente aquí en México, la economía informal la guarda celosamente en los colchones y en las cajas fuertes, los narcos los guardan en rimeros de pacas de billetes resguardados en cuartos ventilados, volviéndolo improductivo, sus ahorradores viven con el pavor a la Unidad de Inteligencia Financiera que en cualquier momento se los incaute cuando se les detecte que tienen gastos mayores, no pueden comprar autos de lujo, casas, ranchos, joyas, pinturas, viajes. O sucede que  tienen mucho dinero guardado pero no lo pueden gastar, porque de inmediato viene el acoso fiscal y si hacienda les permitiera llevarlo a los bancos y depositarlo, pagando un porcentaje del dinero como impuesto cuyo origen no puedan acreditar a cambio de una amnistía fiscal, se espantaría el gobierno de la gran cantidad de dinero que llegaría a los bancos y de la cantidad que recaudaría por concepto de impuesto especial.

Hay que reactivar la economía de alguna manera, El Presidente debe de seguir guardando esa prudencia y tranquilidad que ha mostrado, pero no debe de dejar en manos inexpertas el manejo de asuntos tan graves como la crisis que se avecina, no es el momento de ser el anfitrión amable y exponer la salud y las vidas de su pueblo, el sabe que son prioritarias y el país desea oír voceros confiables, honrados en la palabra, eficientes en desempeñar las responsabilidades que él en nombre del pueblo de México les ha confiado, para enderezar este barco que se tambalea pero que tenemos confianza en que él, como buen timonel lo sabrá enderezar. Andrés Manuel sabrá que hacer.- Por el bien de la causa.

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